Los castillos de las ordenes Militares en Teruel

Durante los últimos 1.000 años, la provincia de Teruel,  ha sido reiterado escenario de conflictos bélicos.

Desde las tensiones entre taifas a la devastadora Guerra Civil. Pasando por los reiterados conflictos con Castilla, la resistencia de los Templarios,las luchas de sucesión y las interminables Guerras carlistas.


En estas circunstancias, no resulta extraña la importancia que adquirió la arquitectura defensiva en este territorio y del gran número de fortalezas que podemos encontrar en ella, ya que un Milenio de conflictos ha dado mucho de sí.

Estas fortalezas con su huella aún patente en la provincia, pueden convertirse de nuevo en hitos de su territorio.

Posibilitando nuevas formas de vida dependientes del turismo.


Castillo de Monreal del Campo

Monreal del Campo

Tras conquistar Zaragoza (1118) y derrotar a un poderoso ejército almorávide en la Batalla de Cutanda (1120), Alfonso I el Batallador fundó la Cofradía Militar de Belchite (c.1122), germen de la Militia Christi o Militia Dei de Monreal (c. 1224). Creada a imagen de las órdenes militares que combatían en Tierra Santa, se instaló en el tillo de Mont Regal, que pretendía que se convirtiera en una posición geoestratégica dentro de la ruta que unía Zaragoza con Valencia, además de escala obligada para los cruzados aragoneses que se dirigieran a Jerusalén.


Castillo de Alfambra

Alfambra

La Orden de Monte Gaudio fue fundada por el conde Rodrigo Álvarez de Sarria (1173) para proteger a los peregrinos que iban a Tierra Santa. Se implantó en la actual provincia de Teruel de la mano de Alfonso II, que les donó el Castillo de Alfambra (1174) y otras destacadas posiciones. Tras la conquista de Jerusalén por Saladino (1187), la fortaleza alfambrina se convirtió en la sede maestral de la orden.


Castillo de Alcalá de la Seva

Alcalá de la Selva

En 1079, fray Gerardo de Corbie Fundó la abadía de la Sauve-Majeure en las cercanías de Burdeos; Aunque pretendía que fuera un lugar de retiro, pronto alcanzó una gran pujanza debido a su proximidad al Camino de Santiago. Sancho Ramírez, rey de Aragón y Navarra, realizó importantes donaciones a esta abadía, ampliadas por Alfonso I el Batallador.

En 1174, Alfonso II de Aragón les entregó el Castillo de Alcalá para su repoblación y “destruccionem sarracenorum” transformando a los pacíficos frailes benedictinos de la Selva Mayor en aguerridos monjes guerreros.


Castillo de Aliaga

Aliaga

En 1048, unos mercaderes de Almafi fundaron, junto a la basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, un monasterio benedictino con dos conventos, una iglesia y un hospital de peregrinos. Este fue el germen de la Orden del Hospital, impulsada por Godofredo de Bouillon y dotada de su componente militar por Raimundo de Puy (1120).

La presencia de la Orden en Aragón se remonta al reinado de Alfonso l. Pero será con Alfonso II y Pedro II cuando se extienda ampliamente por tierras turolenses, incrementando notablemente su implantación tras la disolución de la Orden del Temple (1312), de cuyos bienes en Aragón fue heredera (1317).


Castillo de Montalbán

Montalbán

La Orden de Santiago fue fundada por Fernando II de León (1170) para proteger la frontera cristiana en la zona de Cáceres. Pero pronto asumió la protección de los peregrinos que acudían al sepulcro del apóstol Santiago en Compostela, por lo que pasó a denominarse Orden de Santiago.

Aunque su presencia en la villa de Teruel se documenta en 1200, el grueso de sus posesiones en la provincia se lo otorgó Pedro II de Aragón a partir de 1210. En el Castillo de Montalbán instalaron la sede de una encomienda de la que dependía Torre de las Arcas, Castel de Cabra, Palomar de Arroyos, Escucha y Utrillas.


Castillo de Castellote

Castellote

La Orden del Temple fue fundada en 1118 o 1119 por Hugo de Payens con la finalidad de defender la Fe y proteger a los peregrinos que iban a Tierra Santa.

El grueso de sus posesiones en tierras turolenses procedió de las donaciones rea­lizadas por Alfonso II de Aragón y de la incorporación de los bienes de la extinta Orden de Monte Gaudio. Este fue el caso del Castillo de Castellote.

En 1307 se inició el proceso contra los templarios en Francia, que se hará extensivo a Aragón. Los freires de Castellote se opusieron, resistiendo nueve meses de asedio (hasta el 2 de noviembre de 1308), y siendo la última posición templaria en el Maestrazgo


Castillo de Alcañiz

La Orden de Calatrava se fundó en 1158 para proteger la frontera toledana contra las incursiones musulmanas. Ese mismo año, Sancho III de Castilla le encargó la defensa de Calatrava, cuyo nombre terminaría adoptando la Orden.

En 1179 Alfonso II de Aragón les donó el Castillo de Alcañiz, convirtiéndose en sede de una Encomienda Mayor. 


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textos : castillos de las ordenes Militares www.castillosordenesmilitaresaragon.es